Lleva todos tus medicamentos y guárdalos en el equipaje de mano, así como en las maletas facturadas.

Lleva una lista de medicamentos. Te resultará más sencillo saber cuáles te faltan si se te acaban o se pierden. Además, lleva copias de las recetas originales.

Aunque normalmente solo se puede llevar un máximo de 100 ml en el equipaje de mano, en el caso de un medicamento podrás llevarlo si lo acompañas de la receta y la prescripción médica correspondiente.

Asegúrate de llevar suficiente medicación, e incluso un poco más de la necesaria, para el tiempo que estarás fuera, por si el viaje se alargara.

Lleva el número de teléfono de tu médico a mano.

Si es necesario, usa un brazalete de alerta médica que tenga información impresa sobre tu enfermedad.

Controla los efectos de los medicamentos anticoagulantes. Con algunos (por ejemplo, warfarina), se deben hacer análisis de sangre regulares para ir controlando su efecto y ajustar dosis. Consulta con tu médico si debes realizar algún análisis mientras estés de viaje.

Es importante que contrates un seguro de viaje si vas al extranjero.

Pregunta a tu médico si vas a un destino en una altitud elevada (>2000 metros). Las altitudes elevadas disminuyen el nivel de oxígeno en la sangre y pueden empeorar algunos trastornos del ritmo cardíaco tales como la FA.

Toma medidas para evitar la formación de coágulos sanguíneos durante viajes largos. Levantarte y caminar cuando puedas, hacer ejercicios simples e incluso llevar medias de compresión pueden evitar la aparición de trombos en las piernas.