Cuidar al cuidador: consejos y ayuda psicológica

Como cuidador de un paciente, tu intención y objetivo (y lo que la gente espera de ti) es, evidentemente, cuidar de la mejor manera posible a la persona que tienes a cargo.

Pero, ¿y quién se preocupa del cuidador? ¿Quién se preocupa de ti?

Proporcionar cuidados a una persona necesitada, sea a tu esposa/marido o pareja, a tu hijo/a o a una persona mayor o dependiente, supone una carga emocional y de trabajo considerable, y a menudo los cuidadores descuidan su salud en favor de la persona a la que están cuidando. Expresiones como “él/ella lo tiene o lo está pasando mucho peor y ¡he de aguantar!”, no son infrecuentes entre los cuidadores.

Lo cierto es que, para que puedas dar el mejor cuidado a la otra persona, es fundamental que estés también al 100% y te cuides. En esta sección, te daremos algunos consejos para detectar si tus niveles de estrés están llegando a niveles demasiado altos, y también consejos para mejorar tu salud física y mental.

 

Vivir con la persona que estás cuidando

Aunque sea una situación muy común, vivir con un enfermo que requiere atención constante aumenta considerablemente el estrés del cuidador si lo comparamos con cuidadores que dedican sólo una parte del día a atender al enfermo o cuando hay varios cuidadores que pueden ir turnándose.

 

Aislamiento social

El hecho de qué el cuidador esté todo el día solo con el enfermo (y no vea a sus amigos, familiares o compañeros de trabajo) puede perjudicar seriamente a su salud mental y emocional.

 

Depresión

La depresión en el cuidador aumenta el riesgo de padecer un elevado estrés.

 

Dificultades financieras

Como es normal, las dificultades económicas provocan un estrés añadido a toda la situación.

 

Numerosas horas de cuidados

Cuantas más horas se dediquen al cuidado de la persona y más atención requiera, más estresante será la situación para el cuidador.

 

Dificultad para afrontar y solucionar problemas

La incapacidad de poder afrontar problemas y solucionarlos conlleva un aumento considerable en la ansiedad del cuidador.

 

Falta de elección en el hecho de ser un cuidador

Los cuidadores qué sienten que “les ha tocado” (en el sentido de “mala suerte” por tener una obligación que no pueden eludir) y tienen dificultad para obtener ayuda externa o asistencia, pueden sentir que están “atrapados”, y eso contribuye significativamente a aumentar sus niveles de estrés.


Sentirse constantemente superado por las circunstancias, o preocupado.

 


Sentirse siempre cansado.

 


Dormir demasiado o demasiado poco.

 


Ganar o perder peso rápidamente.

 


Tendencia a enfadarse o irritarse muy fácilmente.

 


Perder interés en actividades que solías disfrutar.

 


Sentirse triste.

 


Frecuente dolor de cabeza, en el cuerpo u otros problemas físicos.

 


Abusar del alcohol, drogas, o de medicamentos de prescripción médica.

Acepta la ayuda

Haz una lista con tareas para las que necesitarías ayuda e intenta dispersar esas labores en otras personas de tu familia o entorno. Por ejemplo, un amig@ puede que se ofrezca a llevar a la persona que estás cuidando a dar un paseo un par de veces a la semana.

 

Enfócate en lo que eres capaz de hacer

Es normal sentirse culpable en ocasiones por ciertas cosas, pero, debes pensar que probablemente estás haciéndolo lo mejor que puedes y tomando las mejores decisiones posibles.

 

Ponte objetivos realistas

Divide las tareas más grandes en pequeños pasos para hacerlos de uno en uno. Prioriza, haz listas y establece una rutina diaria.

 

Conéctate

Encuentra y participa en una comunidad online con recursos y recomendaciones útiles para cuidadores.

 

Únete a un grupo de soporte

Un grupo de soporte puede proporcionar fuerza y ánimos, además de ayudarte a solucionar situaciones difíciles. Las personas de un grupo de soporte ayudarán a sentirte comprendido, ya que entienden por lo que estás pasando.

 

Busca apoyo social

Haz un esfuerzo para mantenerte conectado con la familia y los amigos que te puedan ofrecer apoyo emocional. Destina un poco de tiempo cada semana para contactar y estar con ellos, aunque sea un pequeño paseo con un amig@.

 

Ponte metas de salud personal

Ponte metas y objetivos para establecer una buena rutina: establece horarios de sueño, intenta encontrar tiempo para estar físicamente activo el mayor número de días posible, come alimentos saludables y bebe mucha agua.

Muchos cuidadores tienen problemas para dormir, lo que puede provocar problemas a largo plazo. En caso de tener dificultades para conciliar el sueño, habla con tu médico.

 

Visita a tu médico

Asegúrate de ir a las revisiones periódicas que necesites y coméntale a tu médico que eres un cuidador. Y, por supuesto, no dudes en mencionarle cualquier síntoma que puedas tener.

  1. Fundación Pasqual Maragall. Consejos para que el cuidador de una persona con Alzheimer aprenda a cuidarse. 2018. Disponible en: https://blog.fpmaragall.org/consejos-para-que-el-cuidador-de-una-persona-con-alzheimer-aprenda-a-cuidarse
  2. Fundación Pasqual Maragall. Hablemos del Alzheimer. El síndrome del cuidador: qué es y cómo prevenirlo. 2020. Disponible en: https://blog.fpmaragall.org/sindrome-del-cuidador-que-es-y-como-prevenirlo
  3. Mayo Clinic. Caregiver stress: Tips for taking care of yourself. 2020. Disponible en: : https://www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/stress-management/in-depth/caregiver-stress/art-20044784

 

CRM.011.03.2021