Retos actuales en la prevención, diagnóstico y manejo de la DM2:
El Día Mundial de la Diabetes, que se celebra el 14 de noviembre, es una buena ocasión para reflexionar sobre los desafíos que enfrenta la práctica clínica en el manejo de la DM2. La prevalencia de esta enfermedad sigue en aumento, y crear conciencia sobre el impacto global de la patología en la salud de la población, es más importante que nunca.
Este día invita a todos los profesionales sanitarios a movilizarse y promover acciones de prevención, diagnóstico y manejo de la enfermedad, pero ¿a qué retos os enfrentáis para llevarlas a cabo? Te detallamos algunos a continuación.
- La incorporación de hábitos de vida saludables. La prevención de la DM2 depende en gran medida de la incorporación de hábitos de vida saludables. Sin embargo, de media, la población tiende a ser cada vez más sedentaria, y a alimentarse de forma no recomendable.1 Aunque el estilo de vida saludable disminuya el riesgo de diabetes, muchos pacientes tienen dificultades para adherirse a estas recomendaciones, ya sea por falta de tiempo, motivación, apoyo o incluso por limitaciones económicas. Encontrar la manera de promover el cambio de conducta es esencial para reducir el riesgo de desarrollo de la enfermedad.
- La intervención temprana en pacientes prediabéticos. La prediabetes es una etapa crítica en la prevención de la DM2, y asegurar el seguimiento de estos pacientes es fundamental. Pero, aunque existe evidencia que muestra que intervenir en esta fase puede prevenir o retrasar el desarrollo de DM22, la realidad es que muchos pacientes prediabéticos no vuelven a consulta hasta que presentan síntomas avanzados (aumento de la sed, fatiga y visión borrosa, hormigueo en las extremidades…). Por tanto, el desafío reside en una correcta monitorización del paciente prediabético.
- El fomento de campañas de prevención. La prevención también pasa por una concienciación del público general. Algunos sectores de la población pueden ver limitado su acceso a la educación en salud, lo que puede aumentar el riesgo de padecer la enfermedad. De hecho, se ha observado que la DM2 es más común en personas de bajo nivel socioeconómico, en parte por la dificultad para acceder a alimentos saludables y a estos recursos de prevención.3 Como profesionales, es importante apoyar y promover campañas que acerquen el mensaje de prevención a todos los perfiles.
- El diagnóstico temprano en pacientes asintomáticos. La DM2 es silenciosa en sus primeras etapas, lo que significa que muchos pacientes viven con la enfermedad sin saberlo. En algunos casos la diabetes puede permanecer sin diagnosticar durante cinco años, mientras el daño metabólico y vascular avanza.4 Uno de los grandes retos del diagnóstico es identificar los factores de riesgo (antecedentes familiares, obesidad, hipertensión) y recomendar la evaluación del nivel de glucosa en sangre, aunque el paciente no presente síntomas evidentes.
- El diagnóstico en niños y adolescentes. Aunque la DM2 es más frecuente en adultos de edad avanzada, el número de niños y adolescentes con factores de riesgo ha aumentado.5 El sobrepeso y la obesidad infantil y el sedentarismo han contribuido a que esta patología aparezca a edades más tempranas. Identificar la diabetes en este tipo de pacientes representa un reto, ya que el perfil clínico presenta más variables (madurez física y emocional, variaciones en la ingesta de alimentos…). Al no presentar síntomas típicos, pueden estar fuera de los grupos de riesgo tradicionales, lo que a veces dificulta el diagnóstico definitivo y el inicio temprano de un plan de manejo adecuado.
- El clásico reto de la adherencia. Una vez que se ha establecido el diagnóstico, el control de la DM2 se convierte en un reto diario, tanto para el paciente como para el médico. Aunque las recomendaciones de control de la glucosa, dieta, ejercicio y autocontrol son claras, lograr que el paciente mantenga esta rutina es complicado. Se ha demostrado que muchos pacientes experimentan “fatiga de adherencia” o pierden el interés cuando no ven resultados inmediatos. El reto reside en encontrar un equilibrio en el seguimiento del paciente, adaptando el plan a su contexto y necesidades.
- La gestión del impacto emocional de la enfermedad. La carga emocional de la DM2 en los pacientes es un aspecto que no debe subestimarse. A menudo experimentan miedo, ansiedad e incluso depresión al recibir el diagnóstico, lo cual puede dificultar el control de los síntomas. Abordar este componente emocional es tan importante como la adherencia al tratamiento. Sin embargo, el acceso a apoyo psicológico específico para personas con DM2 sigue siendo limitado. El profesional se enfrenta al reto del acompañamiento, ayudando al paciente a gestionar sus miedos y colaborando con especialistas en salud mental para ofrecer una atención integral.
- El control de las comorbilidades. La DM2 rara vez aparece sola; en la mayoría de los casos, coexiste con otras afecciones como hipertensión, dislipidemia y obesidad, que complican el manejo. La necesidad de monitoreo regular (de la glucosa, lípidos, presión arterial) y el tratamiento de estas patologías plantea un desafío, especialmente porque aumenta la cantidad de visitas, análisis y controles que el paciente debe realizar. El profesional ha de ser capaz de coordinar un manejo integral, colaborando con otros especialistas (endocrinólogos, cardiólogos, nutricionistas…) abordando la DM2 de forma holística.
- La personalización del tratamiento. No todos los pacientes con diabetes son iguales, y por eso los avances en medicina personalizada permiten un enfoque más ajustado a las necesidades individuales. Sin embargo, este nivel de personalización exige una mayor comprensión de las diferentes variables individuales que afectan a la evolución de la enfermedad: genética, hábitos, comorbilidades, estado emocional y social. Cada paciente puede responder de manera diferente al tratamiento, lo que hace que alcanzar y mantener el rango de glucosa adecuado sea un reto en sí mismo. El desafío reside en ajustar el manejo según la evolución del paciente manteniendo un enfoque personalizado siempre que sea posible.
- La incorporación de las nuevas tecnologías. Los avances tecnológicos están transformando el manejo de la diabetes, pero también representan un reto para la comunidad médica. Mantenerse al día y formarse en el uso de dispositivos como los sistemas de monitoreo continuo de glucosa (CGM) o las bombas de insulina inteligentes es un gran reto.6 Una formación adecuada no solo es crucial para los profesionales sanitarios, sino también para los pacientes, quienes a menudo necesitan una guía detallada del uso correcto de estos instrumentos. Además, la interpretación de los datos generados por estos dispositivos lleva tiempo y requiere seguimiento en consulta para comprobar su correcto funcionamiento.
La DM2 es una patología compleja que exige una capacidad de adaptación constante y un enfoque multidisciplinar para abordar sus desafíos.
Desde la prevención, donde es crucial generar cambios de conducta sostenibles y accesibles para todas las personas, hasta el diagnóstico temprano, el personal sanitario enfrenta dificultades que requieren sensibilidad, creatividad y un conocimiento profundo del contexto de cada paciente.
Cerramos esta fecha señalada recordando que cada intervención cuenta, y motivándoos a seguir trabajando por una mejor prevención, diagnóstico y manejo sin perder de vista el rol transformador que tenéis en la vida de vuestros pacientes.
Referencias:
- Goyal, J., & Rakhra, G. KJFM. 2024; 45(5), 239-257.
- Chakkalakal, R. J., et al. Annu. Rev. Public Health. 2023;45.
- Liu, C., et al. Frontiers in Public Health. 2023;11, 1197947.
- Ortiz-Martínez, M., et al. Curr. Diabetes Rev. 2022; 22(3), 95-115.
- Haider, R. Clinical Reviews and Case Reports. 2023;2(5).
- Cappon, G., et al. Diabetes & metabolism journal. 2019;43(4), 383-397.
TRA1011.102024