Entramos en el mes de noviembre y la temporada de gripe comienza a ganar terreno, trayendo consigo una serie de riesgos para las poblaciones vulnerables, como los pacientes con DM2. La vacunación anual contra la gripe se vuelve crucial en estos meses, no solo por la protección directa que ofrece frente al virus de la influenza, sino también por su papel en la prevención de complicaciones graves que pueden derivar de infecciones respiratorias agudas.
Como profesionales de la salud, este es el momento perfecto para insistir en la importancia de la vacunación, especialmente teniendo en cuenta la coexistencia de otras amenazas infecciosas. La identificación de nuevas cepas de influenza y la prevención de infecciones como la COVID-19 añaden complejidad al escenario.
En este artículo, te contamos como diferentes infecciones complican el manejo de la diabetes, la importancia de las vacunas y qué puedes hacer para asegurar el calendario de vacunaciones de los pacientes más escépticos.
Las personas con diabetes, especialmente aquellas con un mal control glucémico, son más susceptibles a las infecciones. La hiperglucemia crónica conduce a un estado inflamatorio constante que debilita el sistema inmunológico.1 A su vez, las infecciones pueden empeorar la hiperglucemia creando un círculo vicioso que agrava la infección y aumenta el riesgo de complicaciones.
El cuerpo, cuando se enfrenta a una infección como la gripe, entra en un estado de estrés fisiológico que aumenta la producción de hormonas contrarreguladoras, como el cortisol y la adrenalina, que incrementan los niveles de glucosa en sangre. Esto provoca un descontrol glucémico que, si no se maneja correctamente, puede derivar en cetoacidosis diabética o estado hiperosmolar hiperglucémico, condiciones potencialmente letales.2 Por esta razón, infecciones aparentemente comunes, como la gripe, pueden desencadenar en hospitalizaciones y complicaciones graves.
Pero no sólo nos preocupa la gripe. La diabetes se encuentra entre las comorbilidades más reportadas en pacientes infectados con COVID-19. Además, se ha observado que los pacientes diabéticos tienen un mayor riesgo de desarrollar formas graves y críticas de la infección, con mayores tasas de hospitalización y mortalidad.3 Por otro lado, las infecciones bacterianas como la neumonía también se complican cuando tienes diabetes, aumentando significativamente el riesgo de sufrir complicaciones graves como derrames pleurales o incluso la muerte.4
La vacunación frente a la gripe se ha establecido como una medida esencial para proteger a los pacientes con diabetes de complicaciones graves relacionadas con el virus. Los principales organismos de salud, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), recomiendan la vacunación anual contra la gripe para todas las personas mayores de seis meses, pero hacen hincapié en los grupos de riesgo, a los que pertenecen los pacientes diabéticos.
Para este 2024, la vacuna contra la gripe ha sido diseñada para proteger contra las cepas predominantes identificadas en la última temporada, incluidas las nuevas variantes del H1N1 y H3N2, que tienen potencial para causar brotes graves. En los últimos años se recomendaba el uso de las vacunas cuadrivalentes, que ofrecen protección contra dos cepas de influenza tipo A y dos de tipo B. Pero, el pasado febrero, la OMS emitió un comunicado donde recomendaba el uso de vacunas trivalentes, extinguiendo la cepa del linaje B/Yamagata.5
La vacunación contra la neumonía también es fundamental en los pacientes diabéticos. Las infecciones bacterianas secundarias a la gripe, como la neumonía neumocócica, son comunes y pueden ser letales en pacientes inmunocomprometidos. La vacuna neumocócica (PCV13 o PPSV23) está recomendada para pacientes diabéticos, especialmente aquellos mayores de 65 años o que tengan riesgo de presentar comorbilidades.
Por otro lado, una posible coinfección con gripe y COVID-19 también supone un peligro. Se ha reportado que los pacientes que contraen ambas infecciones simultáneamente sufren más complicaciones respiratorias, insuficiencia orgánica y muerte.6 Por ello, es fundamental que recomendéis la vacuna bivalente contra la COVID-19, que protege contra las cepas circulantes más recientes, incluyendo variantes de Ómicron. Una vacunación dual contra la gripe y el COVID-19 puede marcar una diferencia crítica en la prevención de complicaciones, exacerbaciones y hospitalizaciones prolongadas.
La educación y el asesoramiento en consulta son esenciales para garantizar que los pacientes entiendan la importancia de la vacunación. A menudo subestiman los riesgos de la gripe o tienen escepticismo frente a las vacunas, lo que puede llevar a tasas más bajas de inmunización. Aquí es donde vuestra labor como comunicadores es vital. Trata de explicar de manera clara y concisa los beneficios de la vacunación, no solo para prevenir infecciones, sino también para mejorar el manejo general de la diabetes. Aquí te dejamos algunos consejos que pueden ayudarte:
La vacunación contra la gripe y otras infecciones respiratorias es fundamental en el manejo de los pacientes diabéticos durante esta época del año. Las infecciones virales y bacterianas no solo aumentan el riesgo de complicaciones graves, sino que también desestabilizan el control glucémico, lo que puede llevar a emergencias médicas. Para que vuestros pacientes estén bien protegidos y tengan una buena evolución este invierno, implementad una estrategia de vacunación integral que incluya la vacuna contra la gripe, la vacuna neumocócica y la vacuna contra la COVID-19.
Referencias:
TRA1013.102024