Los factores clave que influyen en la adherencia  en DM2

 

Los factores clave que influyen en la adherencia en DM2

¿Sabías que el objetivo glucémico recomendado se logra en menos de la mitad de los pacientes con diabetes? Este hecho puede estar asociado con una menor adherencia a las terapias, la cual no sólo se traduce en resultados negativos en materia de salud y calidad de vida, sino que también tiene un impacto significativo en los costes sanitarios.1

A pesar de las recomendaciones clínicas para adoptar un estilo de vida más saludable, la adherencia a una mejor dieta y al ejercicio físico es baja, lo que conduce a un aumento de la obesidad en la población. Por ello, la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) cada vez es más común en niños, adolescentes y adultos jóvenes, lo incrementa el uso de terapias farmacológicas.1 Este es uno de los factores que influyen en la adherencia al tratamiento, y en este artículo trataremos de explicarte los más importantes.
 

La naturaleza crónica y progresiva de la DM2 no solo significa que los pacientes tomarán medicamentos de por vida, sino que es probable que la complejidad de los regímenes de tratamiento farmacológico aumente con el tiempo. Adicionalmente, como la comprensión de la enfermedad ha aumentado constantemente en las últimas dos décadas, también se ha producido una mayor complejidad en el arsenal terapéutico, y no cabe duda de su profunda influencia en la adherencia.1

En el caso de los pacientes con DM2, lo común es comenzar con metformina y después progresar a hipoglucemiantes orales para mantener el control glucémico. En este sentido, una serie de estudios indican que la adherencia disminuye a medida que aumenta el número de medicamentos. Además, si tenemos en cuenta que, en muchas ocasiones, las terapias orales difícilmente controlan adecuadamente la HbA1c con el tiempo, la mayoría de los pacientes recurrirán eventualmente a tratamientos inyectables cuya adherencia es baja.1,2

La falta de adherencia terapéutica también podría deberse a eventos adversos asociados con medicamentos (aumento de peso e hipoglucemia). Otros eventos adversos menos graves, como problemas gastrointestinales, también pueden afectar la adherencia. Por ejemplo, la metformina de liberación prolongada se ha asociado a una reducción de eventos de este tipo vs. la metformina de liberación inmediata, y la adherencia fue significativamente mayor en los pacientes que usaron la formulación de liberación prolongada.1,3

También hay que tener en cuenta estas cuestiones de tolerabilidad al considerar la terapia a largo plazo. En una encuesta de 2.074 pacientes con DM2 que usaban más de un hipoglucemiante oral, pero no insulina, la mayoría (71,7%) había experimentado al menos un problema de tolerabilidad (hipoglucemia, estreñimiento/diarrea, dolores de cabeza, aumento de peso y retención de líquidos). La asociación entre el número de problemas de tolerabilidad y la probabilidad de no-adherencia fue significativa, y cada problema adicional se asoció con un 28% más de probabilidad de no-adherencia.1,4

Existe una barrera considerable entre los pacientes que no han recibido nunca insulina, pues el 48% de ellos perciben como un fracaso en el manejo adecuado de su enfermedad el inicio de la terapia con esta molécula. Además, el 35% de los pacientes no adherentes creen que la insulina causa daño, así como consideran que los beneficios y riesgos de este tratamiento no se explican adecuadamente.1,5

Entre las razones más comunes de los pacientes para no iniciar el tratamiento con insulina se encuentran los planes para cambiar el comportamiento de la salud (25%), la fobia a las inyecciones (13%), el impacto negativo en el trabajo (9%) y las preocupaciones sobre el uso de medicamentos a largo plazo (9%), entre otros.1,5

Según un documento de consenso, una de las causas principales de incumplimiento de la terapia en pacientes con DM2 en España se debe a los altos costes de los fármacos. Este hecho guarda relación con lo que ocurre en otros países europeos como Francia, en el que la mala adherencia se ha asociado con dificultades financieras, así como con una serie de factores sociales, como la toma de los medicamentos en ausencia de compañía, la necesidad de información y la falta de apoyo familiar o social.1,6,7

El mismo estudio que relacionó la falta de adherencia con las dificultades financieras también demostró que una buena adherencia se asocia de manera significativa con el seguimiento por parte de un especialista en diabetes, así como con una buena relación entre pacientes y médicos.1,7

En el estudio DAWN, la relación del paciente con el HCP, y el hecho de contar con enfermería especializada en diabetes, se correlacionó positivamente con la adherencia a la medicación, así como con los regímenes de estilo de vida. Por ello, se sugiere que la comunicación paciente-HCP disminuye la angustia de los pacientes y permite que estén mejor informados sobre las opciones y decisiones de tratamiento, lo que en última instancia mejora la adherencia y el control glucémico.1,8

En 2003, la Organización Mundial de la Salud hizo hincapié en que el aumento de la eficacia de las intervenciones de adherencia podría tener un impacto mucho mayor en la salud de la población que cualquier mejora de los tratamientos médicos específicos. Hasta ahora, las medidas destinadas a mejorar la adherencia sólo han tenido un éxito parcial, lo que puede deberse en parte a la naturaleza multifactorial de este problema. Sin embargo, existen una serie de factores que juegan a favor de tus pacientes:1

  • Disminución de la complejidad de los regímenes de tratamiento, combinaciones de dosis fijas y menor frecuencia de administración
  • Medicamentos con efecto neutro sobre el peso y con efectos dependientes de la glucosa, que conducen a la disminución de hipoglucemias
  • Educación del paciente y mayor conocimiento
  • Asegurar que los beneficios superen los costes
  • Continuidad en la atención y aumento de la comunicación a través de sitios web y registros electrónicos


 

Abreviaturas:

DM2: diabetes mellitus tipo 2; HbA1c: hemoglobina glicosilada.

 

Referencias:

  1. García-Pérez LE, et al. Diabetes Ther. 2013;4(2):175-94.
  2. Thayer S, et al. Ann Pharmacother. 2010;44:791–799.
  3. Donnelly LA, et al. Diabetes Obes Metab. 2009;11:338–342.
  4. Pollack MF, et al. Diabetes Res Clin Prac. 2010;87:204–210.
  5. Larkin ME, et al. Diabetes Educ. 2008;34:511–517.
  6. Orozco-Beltrán D, et al. Aten Primaria. 2016;48(6):406-420.
  7. Tiv M, et al. PLoS ONE. 2012;7:e32412.
  8. Rubin RR, et al. Diabetes Care. 2006;29:1149–1155.

 

TRA0966.072024

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