ACTIVIDAD FÍSICA

La práctica de ejercicio físico es uno de los pilares del tratamiento de las personas con diabetes tipo 2. En general, conlleva una disminución de la glucemia en los pacientes y un aumento de la sensibilidad a la insulina.1

En las personas que no tienen diabetes, el ejercicio físico es uno de los factores principales en la prevención del desarrollo de la enfermedad. Estudios recientes demuestran que la modificación de la dieta y el aumento de la actividad física reducen en un 58% el riesgo de desarrollar diabetes en individuos con intolerancia a la glucosa.1

En los pacientes con diabetes, a los beneficios que conlleva la práctica de ejercicio físico para la población no diabética (mejoría de la coordinación y de la forma física, diversión, afianzamiento de la autoestima, etc.) se añaden otros, derivados de la propia diabetes, y que variarán según el tipo y las características de la enfermedad.1

Mediante la práctica de ejercicio de forma regular y controlada, se consigue:2

  • Un buen control de los niveles de glucemia.3
  • Disminuir las necesidades de insulina.1
  • Un beneficio para el metabolismo lipídico.
  • Mejorar el control de los factores de riesgo cardiovascular.4
  • Reducir la incidencia de eventos cardiovasculares como tensión arterial, infartos de miocardio, etc.5
  • Facilitar la pérdida de peso3
  • Mejorar a la elasticidad muscular.
  • Aumentar el grado de bienestar3,6

El tipo de ejercicio dependerá de los intereses de si existe o no alguna complicación macro o microvascular. En función de esto, el médico determinará cuál es el tipo de ejercicio que mejor se adapte a la edad, capacidad, gustos y posibilidades del paciente. Hay que tener en cuenta que el ejercicio puede bajar los niveles de azúcar, por lo que es posible que sea necesario cambiar los hábitos alimentarios, y las dosis o las horas de tomar las medicinas.

Se recomienda realizar 150 minutos/semana de ejercicio aeróbico7 (caminar rápidamente, bailar, nadar, patinar, esquiar, hacer excursiones a pie, futbol, tenis u otro deporte). Andar es una de las actividades más recomendadas; sin embargo, en pacientes con neuropatía periférica o artritis, es preferible la realización de actividades que no comporten soporte del peso corporal (natación, bicicleta, actividades acuáticas…) o, al menos, combinar los dos tipos de actividad.5 También se recomienda hacer  ejercicio contra resistencia (máquinas de pesas, por ejemplo), dos o tres veces por semana.7

Además, es también es beneficioso incorporar la actividad física en nuestras rutinas diarias, como jugar con los niños, usar las escaleras en lugar del ascensor, ir caminando a hacer la compra en lugar de utilizar el coche, sacar a pasear al perro, etc.

 

  1. Lilly Diabetes. Disponible en:
    https://www.lillypro.es/diabetes/Pacientes/la-enfermedad
  2. Diabetes y ejercicio. Sociedad Española de Diabetes (SED)2006.
  3. Thomas D, Elliott EJ, Naughton GA. Exercise for type 2 diabetes mellitus. Cochrane Database of Systematic Reviews 2006, Issue 3. Art. No.: CD002968. DOI: 10.1002/14651858.CD002968.pub2.
  4. Boule NG, Haddad E, Kenny GP, Wells GA, Sigal RJ. Effects of exercise on glycemic control and body mass in type 2 diabetes mellitus: a meta-analysis of controlled clinical trials. JAMA 2001;286:1218-27. 
  5. Sigal RJ, Kenny GP, Wasserman DH, Castaneda-Sceppa C, White RD. Physical activity/exercise and type 2 diabetes: a consensus statement from the American Diabetes Association. Diabetes Care 2006;29:1433-8.
  6. González Aramendi JM. Prescripción de ejercicio físico en la diabetes (II). Archivos de Medicina del Deporte 2008; Volumen XXV;126:279-288.
  7. Guías Clínicas SEMERGEN. Diabetes Tipo 2. Disponible en
    http://www.semergen.es/semergen/contentFiles/File/guias_clinicas/diabetes.pdf