AUTOR: DR. JOSÉ POLO GARCÍA - MÉDICO DE FAMILIA. CS CASAR DE CÁCERES. CÁCERES
AUTORA: DRA. ELENA RODILLA RODILLA - MÉDICO DE FAMILIA. CS JOSÉ MARVA. MADRID
Los diferentes estudios que han comparado el control de la frecuencia y del ritmo frente al control únicamente de la frecuencia (con anticoagulación) obtuvieron resultados neutros.
Actualmente, el tratamiento para el control del ritmo está indicado para mejorar los síntomas de los pacientes con FA que siguen sintomáticos pese a adoptar un procedimiento adecuado para el control de la frecuencia cardiaca (FIGURAS 6 Y 7).
La escala CHA2DS2-VASc (C: insuficiencia cardiaca; H: hipertensión; A: edad; ≥ 75 doble; D: diabetes; S: ictus doble; V: afectación vascular; A: edad de 65–74 años; S: sexo femenino) se ha validado en múltiples cohortes y la evidencia acumulada demuestra que esta escala es la mejor a la hora de identificar a pacientes de riesgo verdaderamente bajo con FA9 (TABLA 3).
Existen varias escalas validadas para la valoración del riesgo hemorrágico; quizás la más utilizada y de fácil manejo para el médico de familia sea la escala HAS-BLED (TABLA 4).
Una puntuación por encima de 3 no contraindica la anticoagulación, pero sí obliga a un seguimiento estrecho intentando corregir los factores de riesgo hemorrágico reversibles (presión arterial incontrolada, uso concomitante de ácido acetilsalicílico/ antiinflamatorios no esteroideos, cociente internacional normalizado [INR] lábil).
La warfarina y el acenocumarol, aunque muy utilizados y eficaces en la prevención del tromboembolismo, presentan múltiples limitaciones y desventajas en la aplicación clínica diaria (TABLA 5), con incremento de los eventos adversos19-21:
Un problema importante en el tratamiento con los AVK es el conseguir el «tiempo en rango terapéutico» (TRT), definido habitualmente como el porcentaje de determinaciones del INR en rango (INR 2–3), en los grandes estudios19,20,22,23 no supera el 60–65 %, y en la práctica clínica habitual es muy inferior; estudios recientes han demostrado que la calidad de la anticoagulación en el ámbito de la Atención Primaria en España es mejorable21,24-26, y existe cierto nihilismo médico ante el mal control27 (FIGURA 11).
DAB1333.02.2020