AUTOR: DR. JOSÉ POLO GARCÍA - MÉDICO DE FAMILIA. CS CASAR DE CÁCERES. CÁCERES
AUTORA: DRA. ELENA RODILLA RODILLA - MÉDICO DE FAMILIA. CS JOSÉ MARVA. MADRID
Según los datos recogidos del estudio AFFIRM17, las causas que con más frecuencia se asocian a FA son:
La FA presenta gran variabilidad clínica, con frecuencia es asintomática, detectándose de forma fortuita un pulso irregular cuando el paciente acude para un control rutinario. En otros casos el paciente puede referir síntomas inespecíficos como palpitaciones, disnea, intolerancia al ejercicio, astenia, dolor torácico...
En ocasiones puede debutar en forma de urgencia: insuficiencia cardiaca (IC) aguda (sistólica o diastólica), isquemia miocárdica, insuficiencia respiratoria, tromboembolismo pulmonar (TEP), pericarditis, ictus isquémico o embolismo periférico.
La FA es causa de ictus, IC, muerte súbita y de morbilidad cardiovascular (TABLA 1).
Basándose en la presentación y la duración de la arritmia, se pueden distinguir 5 tipos:
La FA no diagnosticada es frecuente en personas mayores. El cribado oportunista de la FA silente parece coste-efectivo en las poblaciones de más edad.
Es prioritario realizar el diagnóstico para evitar la aparición de complicaciones. La guía de la ESC de manejo de FA recomendaba el cribado oportunista mediante la palpación del pulso, seguido de electrocardiograma (ECG) en los pacientes >65 años con pulso irregular para detectar la FA antes del primer ictus9. La guía de manejo de la FA de la ESC 2016(7) sugiere el cribado de poblaciones de más edad (media, 64 años) mediante ECG o la palpación del pulso (seguida de ECG en caso de pulso irregular).
Para el correcto diagnóstico es necesaria la realización de un ECG, donde observaremos: ausencia de ondas P, presencia de ondas f e intervalos R-R irregulares. En el ECG podremos observar los datos de la cardiopatía de base: hipertrofia ventricular, cardiopatía hipertensiva o isquémica etc. (FIGURA 5).
Como en todo paciente, se realizará una anamnesis detallada reflejando los antecedentes personales y familiares e insistiendo sobre los factores de riesgo cardiovascular y de FA.
En la evaluación clínica se debe utilizar la clasificación EHRA (TABLA 2). La mayoría de los pacientes son diagnosticados por médicos de atención primaria.
DAB1333.02.2020