Las recomendaciones nuevas con respecto a la guía previa (NICE CG36) incluyen realizar TTE en personas con fibrilación auricular:

1. En los que un ecocardiograma basal es importante para el manejo a largo plazo.
2. Si se está considerando una estrategia de control del ritmo que incluya cardioversión (eléctrica o farmacológica).
3. Si se considera que existe un alto riesgo o una sospecha de enfermedad cardíaca estructural/funcional subyacente (como insuficiencia cardíaca o soplo cardíaco) que influya en su manejo posterior (por ejemplo: la elección del fármaco antiarrítmico).
4. Si se requiere un ajuste mayor de la estratificación de riesgo clínico para la terapia antitrombótica.
5. No realizar TTE de forma rutinaria con el único propósito de estratificar más el riesgo de ACV en personas con FA para quienes la necesidad de iniciar una terapia de anticoagulación ya se ha acordado en criterios clínicos apropiados.
6. En personas con FA de nueva aparición que no reciben tratamiento anticoagulante: en ausencia de contraindicaciones, iniciar heparina y continuar con heparina hasta que se haya realizado una evaluación completa y se haya comenzado un tratamiento antitrombótico apropiado, de acuerdo con el riesgo estratificado.
7. En personas con FA en las que la duración de la arritmia sea mayor de 48 horas o incierta y se considera para el control del ritmo a largo plazo, retrasar la cardioversión hasta que se hayan mantenido con anticoagulación terapéutica durante un mínimo de 3 semanas. Durante este período, controlar el nivel de anticoagulación según corresponda.